domingo, 1 de noviembre de 2009

AUTOESTIMA:LA OLLA QUE NADIE VIGILA

La autoestima: la olla que nadie vigila

De niña viví en una granja en Wisconsin; en el patio trasero había una enorme olla de hierro negro. Co n los costados redondeados y tres patas. Mi madre hacia su propio jabón, así que, durante una parte del año la olla estaba llena de jabón. Cuando llegaban los grupos de trilladores en verano, llenábamos la olla de cocido; en otras ocasiones, mi padre almacenaba en ella estiércol para los lechos de flores de mama. Con el tiempo llegamos a llamarla la olla de los “tres usos” y cualquiera que quisiera utilizarla debía enfrentar dos interrogantes: ¿De que estaba llena la olla en ese momento? Y ¿Qué tan llena estaba?

En poco tiempo, este término sirvió a muchas familias a expresar los sentimientos que no podían manifestar. Un padre decía: “Mi olla esta llena hoy”, Y el resto de la familia sabia que se sentía superior a cualquier cosas, pleno de energía y de buen humor, Seguro de su importancia. O tal vez su hijo decía: “Me siento con la olla vacía”, Y esto comunicaba a los demás que tenia la sensación de ser insignificante, que estaba fatigado, aburrido o lastimado, que no era digno de ser amado; que tenia que aceptar lo que recibía sin quejarse.

A menudo las familias pueden expresarse con mayor facilidad en términos de olla, y comprender a los miembros que desean comunicarse de esta manera; de repente se sienten mas a gusto, liberados de nuestro tabú cultural que nos impide hablar de los sentimientos.

La autoestima es la capacidad de valorar el yo y tratarnos con dignidad, amor y realidad.

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